miércoles, 22 de abril de 2009

Basta de hipocrecía

Niños Criminales O Víctimas

Por Angel F. Furlan (*) Ecupres
Buenos Aires

Un artículo en Página 12, edición del domingo 19 de abril, (ver vínculo al pie) me llenó de bronca, de un sentimiento de impotencia, de desazón, pero también de las ganas de hacer algo, de comenzar a gritar ¡basta! y de animar a otros para que juntos gritemos ¡basta!

Basta de hipocresía. Basta de recetas fascistas. Basta de criminalizar al débil. Basta de callarnos la boca. Basta de no hacer más desde las iglesias frente a la irracionalidad y el discurso violento de los Blumbergs, las Susanas y tantos cómplices o idiotas útiles al modelo que andan sueltos por ahí.

Fue excelente la declaración de la FAIE (Federación Argentina de Iglesias Evangélicas) sobre la pena de muerte. Es un comienzo. No podemos quedarnos allí. Es necesario hacer más para enfrentar a tanta muerte.
Muerte y muertes no sólo la de la gente “como uno”, (la única muerte a la que los medios parecen prestar atención), que sufre los efectos de la violencia del crimen, sino de todos aquellos que son víctimas silenciosas de un modelo que produce exclusión, pobreza, dolor y una espiral de violencia que parece no tener fin.

Esa violenta espiral que incluye estos niños y niñas y los otros ocho que mueren cada día de desnutrición antes de haber cumplido un mes de vida, y los otros muchos que sobreviven (o infraviven) en las calles de la ciudad opulenta.

¡Qué nos vienen a hablar de la pena de muerte, cuando el sistema que sostienen y el modelo que siguen nuestros gobernantes ya condena a muerte todos los días!

El título del artículo en cuestión fue “El rol de los delincuentes menores de edad en la estructura del crimen – Los chicos son soldados de las bandas” El resumen en el encabezado dice “Para entender el caso Capristo hay que saber que es imposible que un delincuente de 14 años se largue a robar por su cuenta, y menos autos. La actual estructura del delito implica bandas, desarmaderos y cobertura policial. Y en ese esquema, los menores son ¨soldados¨, la parte más barata y descartable de todo el sistema”

Hubiera preferido ver en todo el artículo de Página la palabra niños, chicos, pibes y no "menores" (demasiado técnica, demasiado descarnada). Tres fiscales hablan de la estructura delictiva que significa el robo de autos y revelan que los niños son el eslabón último, barato, descartable de una cadena que involucra tanto a delincuentes profesionales, desarmaderos y funcionarios policiales.

Esos niños y no son otra cosa que niños, a veces con una edad emocional inferior a su edad cronológica, ya que nacieron mal nutridos y se criaron con necesidades básicas insatisfechas, víctimas de un sistema escolar desmantelado, son los niños que los fascistas de siempre pretenden penalizar con cárcel, bajando la edad de imputabilidad, encerrándolos en instituciones iguales o peores que las cárceles.

Ellos, esos niños y niñas, son en realidad el eslabón más vulnerable y víctimas de un aparato delictivo que debería ser combatido desde sus eslabones fuertes, incluyendo los policías y funcionarios corrupto.

Muchos, quizás la mayoría, han sido reclutados como carne de cañón desde su adicción al ¨paco¨, cuya proliferación es útil al aparato y en el que tenemos muchas sospechas que las fuerzas de "seguridad" están involucradas.

La mayoría de esos niños, hoy reclutados como soldados para el crimen, han quedado fuera de un sistema educativo que les abra algún horizonte. Aquí recuerdo con bronca cuando nuestros gobernantes anunciaron, con pompa y circunstancia, la educación secundaria obligatoria, como si hacerla obligatoria la hiciera accesible o posible – un anuncio entre tantos otros destinados a distraer la atención por unos pocos días como el de las lamparitas o el de transformar a los inquilinos en propietarios.

La mayoría de estos niños no tiene ninguna esperanza laboral para el futuro, ni vivienda digna en el presente, ni alimentación suficiente, ni re-creación, ni deporte, ni....ni.... ni un gobierno que piense en ellos como sujetos de derecho, que piense en sus padres como necesitados de un trabajo y un salario dignos y una mesa familiar que integre y satisfaga el hambre de pan y de comunidad.

Es responsabilidad del gobierno pensar en ellos como el pueblo de la patria por la que juraron diciendo que “si así no lo hiciere que Dios y la Patria me lo demanden.

Las soluciones que nos ofrecen para la tan temida "inseguridad" arrancan con ellos, pero no tocan a los verdaderos criminales, entre los que se encuentran los que los reclutan, los dueños de los desarmaderos, oficiales de las fuerzas de "seguridad" y también algunos que otros políticos necesitados de hacer caja.

Leer el artículo me llenó de bronca (me levantó la presión – literalmente-) y no porque no supiéramos o imagináramos lo que los fiscales dicen, pero cuando la confirmación de lo que pensamos está avalada por los mismos fiscales que están en contacto con esta realidad todos los días nos damos cuenta que la realidad supera a cualquier ficción.

Les recomiendo leer el artículo. No es necesario coincidir con todos los detalles para darnos cuenta que algo anda mal. Parafraseando a Shakespeare en el “Hamlet” parece que “Hay algo podrido en la Argentina” y es hora de que hagamos algo.+ (PE)

+ Sobre el artículo de Página 12 ver http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-123519-2009-04-19.html

+ La Declaración de la FAIE, Pena De Muerte. Declaración De La Faie, fue publicada por PE en PreNot 8015 del 090312.

(*) Ángel F. Burlan, pastor luterano, Presidente de la Iglesia Evangélica Luterana Unida (1996 - 2004), actualmente es Coordinador del Programa sobre Deuda Externa Ilegítima de la Federación Luterana Mundial.

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