martes, 23 de noviembre de 2010

RENACIÓ DE SUS CENIZAS

Diez años del Plan Fénix: Hace diez años un grupo de economistas heterodoxos comenzaron a reunirse para intervenir en el debate público criticando la convertibilidad y previniendo sobre la probable salida traumática de una recesión de más de cuatro años. Avanzaron en la elaboración de una propuesta alternativa a la del pensamiento neoliberal. Instalaron a la universidad pública como un sujeto activo en la coyuntura más dramática de la historia reciente. En medio del silencio generalizado primero y denostados después, sin recursos, pero con pasión, iniciaron años de intenso trabajo y aportes fundamentales para entender la dinámica del actual ciclo político y económico, así como también para advertir sobre los desafíos que aún se enfrentan para transitar hacia un país con menos desigualdad social.


Por Norberto Gonzalez
En el momento en que se creó el Plan Fénix el país atravesaba un período de retroceso y de desorientación en las ideas con las que manejaba su política económica. Antes de la política de la plata dulce de Martínez de Hoz y de la convertibilidad, Argentina había logrado progresos importantes. Formaba parte de un grupo de países en desarrollo relativamente avanzados.

Acompañaba el proceso de desarrollo de Brasil y se iba acercando a algunos países asiáticos y de Europa Oriental. En los temas económicos y sociales adolecía de los contrastes propios de un país en desarrollo y acusaba retrasos en aspectos significativos, pero al mismo tiempo registraba avances claros.

Tenía un firme desarrollo manufacturero en sectores de industrias livianas productoras de bienes de consumo durable y también en bienes intermedios como metales y productos químicos así como en bienes de capital.

Empresas radicadas en Argentina en algunos casos podían ganar licitaciones en Argentina y aun en otros países de América latina para proveer por ejemplo equipo eléctrico pesado para producción de electricidad, compitiendo con empresas de países desarrollados como Alemania o Francia.

Producía también otros bienes de capital, como máquinas-herramientas, maquinaria agrícola y equipos para industrias livianas. Este nivel de desarrollo intermedio se había logrado a través de gobiernos de distinto signo político porque desde los años ‘30, cuando se creó el Banco Central y comenzó la política de sustitución de importaciones que impulsó Raúl Prebisch (paradójicamente durante un gobierno conservador), a pesar de los errores cometidos y de los retrocesos que tuvieron lugar, en ciertos aspectos la política económica tenía un grado apreciable de continuidad, en forma similar a lo que podría llamarse “una política de Estado”.
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http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/cash/17-4768-2010-11-23.html

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