sábado, 20 de noviembre de 2010

Uruguay: Fernandez Huidobro se expide sobre LA TRAICION Y LA CLAUDICACIÓN

atribuyó a la "Tración" y la "Claudicación Histórica" derrota del MLN-
En el 73 teníamos armas.

El senador del Movimiento de Participación Popular (MPP) Eleuterio Fernández Huidobro se refirió, por primera vez, a la "traición" y a la "claudicación histórica" en la que incurrieron a su juicio algunos dirigentes del MLN que tras la captura del líder de la organización guerrillera, Raúl Sendic --en el año 1972--, quedaron al frente de la organización "armados hasta los dientes y con mucho más dinero que nunca".

El pasado lunes el senador Fernández Huidobro participó en el programa foro de debates denominado "La Izquierda y las formas ilegales de la lucha", que se realizó en la fundación Vivian Trías, y que forma parte de una serie de encuentros que continuarán durante todo noviembre denominado "La larga década de los sesenta: una reflexión pensando en el futuro".


En el foro también participaron Alvaro Rico, docente de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, de la Universidad de la República; y Pablo Anzalone, dirigente del Partido por la Victoria del Pueblo (PVP).

Huidobro, dirigente histórico del MLN, preso político durante más de diez años, aseguró durante su ponencia que quienes se hicieron cargo de la dirección de esa organización luego de la caída de la denominada "dirección histórica" hicieron lo imposible para que nosotros no estuviéramos como debimos estar en la huelga general de 1973 con nuestras armas y en los años siguientes hasta 1976 que fue hasta cuando se continuó con la lucha".

La infidencia

Huidobro, como protagonista de la época, recordó que el país, cuando ingresó al año 1968, lo hizo en medio de "grandes escandalos de corrupción". "No nos olvidemos del caso de 'la infidencia', la cual tuvo como protagonista al actual presidente de la República, Jorge Batlle. No nos olvidemos de la interpelación de Wilson Ferreira Alduante contra el ministro Acosta y Lara, que no terminó de ser interpelado cuando ya estaba fuera del Ministerio. Entró al Palacio Legislativo ministro y cuando salió ya virtualmente no lo era".


Asimismo recordó las negociaciones al más alto nivel que se "realizaban en una Comisión Tripartita que integraban la CNT, el gobierno y los empresarios. Se venía conversando bien y un día imprevistamente Pacheco convoca al Consejo de Ministros y los propios ministros que se iban de la reunión, en los pasillos, informaron a dirigentes de la central obrera, como Héctor Rodríguez y José D' Elía, que se escondieran o se fueran porque ya habían librado las órdenes de captura y los iban a poner presos a todos".

"Es en ese momento --señaló Huidobro-- que Pacheco decide aplicar la línea dura y comienza la represión, se van del gabinete los ministros partidarios del diálogo y con raíces políticas y Pacheco conforma un gabinete de empresarios".

Por ese mismo momento comenzaban "a caer heridos de bala en manifestaciones estudiantiles, y luego muertos. Las cárceles, llenas de dirigentes y militantes sindicales estudiantiles".

Huidobro coincidió con una afirmación realizada por Alvaro Rico e indicó: "El enemigo del gobierno en ese momento y el blanco principal de la represión era la clase obrera. La CNT y los principales sindicatos realizaban huelgas y movilizaciones como nunca se habían visto. Otro blanco de la represión era el movimiento estudiantil y sufrieron golpes muy duros porque eran los que hacían más movilizaciones callejeras".

Según el legislador: "En ese momento lo que se podía denominar guerrilla era muy pequeño y muy débil". "Nosotros tuvimos la suerte de poder secuestrar a Ulysses Pereira Reverbel", asesor de Jorge Pacheco Areco y director de UTE, lo cual calificó como "un golazo de mediacancha" y, "a gatas, tenerlo guardado durante tres días, porque más no pudimos, no teníamos ni donde tenerlo, lo cual demuestra la poca capacidad operativa que podríamos tener".

Para Huidobro, ese hecho ligó a "ese movimiento que venía bastante golpeado y mal parado con el conjunto de la lucha del movimiento obrero y estudiantil". Agregó: "En 1971 nos vamos por el túnel, le dejamos las cárceles vacías, y el gobierno declaró que la Policía había sido superada y entran las Fuerzas Armadas. Un año después, cae Raúl Sendic, el último de los dirigentes históricos del MLN en caer preso, y la organización quedó 'caput', terminada en el Uruguay".

Sin embargo, aseguró que en ese momento la organización tenía "más armas que nunca, más dinero que nunca, y compañeros entrenados muchos de ellos en Uruguay, en Chile y Argentina como nunca lo había tenido; era una organización fuerte y poderosa".

Huidobro entiende que se debe continuar el relato histórico de los hechos, en lo que atañe al MLN, para saber qué pasó con esos dirigentes que "quedaron al frente de las huestes armadas hasta los dientes y con mucho más dinero que nunca, en qué traición incurrieron, especialmente en Argentina, en un famoso comité central del MLN, qué claudicación histórica hicieron, que fue la que realmente significó un golpe en la nuca para el MLN, pero además en qué contexto, 1973", interrogó el legislador

Huidobro recordó que "cuando cae Sendic, en setiembre de 1972, un año después se da el golpe en Chile, está la situación de Argentina, de Perú, de Bolivia. Había una ebullición y EEUU, el imperialismo, se da cuenta y manda parar, y de qué forma. Bombardea el Palacio de la Moneda y apoya las operaciones de genocidios en todas las dictaduras de la región".


"Es en ese contexto --señaló el senador-- que este grupo de dirigentes afincado en Buenos Aires, pero también en Chile y cuando estaba presa la dirección histórica y nuestro pueblo seguía luchando, se mete en discusiones ideológicas, pone a todos los principales cuadros a estudiar y en los hechos renuncia a pelear".

"El MLN sufrió una implosión, esa línea de claudicación hizo que no estuviera en los momentos críticos de la historia del país y no estuvo. Esos mismos dirigentes que hablaban de que el MLN era pequeño burgués y que querían proletarizarlo terminaron abandonando el MLN y descubrieron que la revolución se hacía con Wilson y ahora son militantes de los partidos tradicionales. Abandonaron una organización clandestina, la descabezaron de contactos y de medios, eso fue mucho más duro que todo para la gente".

Indicó que en ese momento hubo algunos militantes que optaron por proseguir la lucha en otros países, algunos incluso trabajaron en la seguridad personal del entonces presidente de Chile, Salvador Allende; varios de los cuales "murieron fusilados o desaparecieron" combatiendo a la tiranía instaurada por Pinochet.
"El relato tiene que continuar porque se continuó peleando".

 Para el parlamentario, "hubo responsabilidades políticas de dirigentes muy concretos que hoy militan en el Partido Nacional, en el gobierno militan y eran dirigentes del MLN, que hicieron lo imposible por esos problemas para que nosotros estuviéramos como debimos haber estado en la huelga general de 1973 con nuestras armas y en años siguientes hasta 1976, donde se siguió dando la lucha en el Uruguay. Los compañeros del PVP pueden dar cuenta de ello, al igual que los compañeros del Partido Comunista, que van a recibir sus golpes más duros en 1976".

Huidobro, que no dio nombres en ningún momento, se refiere en realidad a la dirección del MLN que integraban, entre otros, Lucas Mansilla, Alemañy Viñas y Kmal Amir, actualmente vinculados a los partidos tradicionales, junto con otro grupo de militantes y dirigentes.

El relato histórico de aquella década "no termina cuando cae Sendic, ni siquiera desde el ángulo de las organizaciones armadas o con vocación de tener armas y utilizarlas, entre las que incluyo al PCU, que comparativamente tenía un aparato armado tan o más poderoso y mejor entrenado que el nuestro", finalizó Huidobro.

"Legal - ilegal"

Por su lado, el docente Alvaro Rico realizó su desarrollo expositivo en la relación entre lo legal e ilegal, permitido y prohibido en los años 60 que "ni para Estado, el sistema político y los políticos, ni para las organizaciones de izquierda tiene una definición única, sino que existen permanentes deslizamientos de las fronteras". Subrayó como característico de la experiencia política uruguaya que la creación MLN "se produjo al margen de los partidos políticos de izquierda", lo que plantea desde su punto de vista "el fenómeno de 'actores intrusos' al sistema político".


Expresó que, en la época, "el enemigo se mimetizó con la población, entonces se deslocalizó la lógica del Estado que sigue a su enemigo a través de prontuarios. La relación vida-muerte pasa a ser el objeto de la lucha política". Asimismo, para el Estado fueron comparables las organizaciones de lucha armada con cualquier otro grupo delictivo; y destacó que el período se caracterizó por el "incremento de la delincuencia común, económico-financiera, y el aumento de la corrupción política". Para Rico, los partidos "antisistema" que intentaron una alternativa "por la vía violenta" trajo consecuencias no sólo para el sistema político sino también para "la llamada izquierda legal" o "más tradicional". Algunas de éstas fueron de "competencia, otras de cooperación y otras de enemistad". En tanto, Pablo Anzalone indicó que "en el período, el derecho a la rebelión y la necesidad de la violencia revolucionaria contra la pobreza y la represión comienza a ser una realidad ideológica para amplios sectores. Entonces, comienza a ser una realidad que sectores que venían de la izquierda, de los partidos tradicionales, del marxismo o la Iglesia, sienten la necesidad de rebelarse contra esa situación que se implementaba en América Latina".















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