martes, 7 de junio de 2011

Eduardo Ferro una mancha mas del tigre

Criminal ompune
E lSábado 28 de Mayo se señaló al torturador Eduardo Ferro en Maldonado. La Coordinadora Verdad y Justicia de Maldonado, y Plenaria Memoria y Justicia convocaron a moviizarse a las 15hs. hacia el barrio Pinares donde vive el torturador.
La condena social avanza, esta vez le tocó a Eduardo Ferro.
Después de las 15hs. nos comenzamos a concentrar en Maldonado para ir a señalar al torturador. En el camino se acompañó la condena con colocación de carteles y pancartas señalando a Eduardo Ferro como represor.
La Coordinadora Verdad y Justicia de Maldonado y Plenaria Memoria y Justicia estuvieron a cargo de la convocatoria, a la que acudimos desde Montevideo y Maldonado. NI PACTO NI OLVIDO fue una de las consignas de la actividad
Un militar acusado en el caso Gelman es gerente de un hotel top en Punta del Este
Eduardo Ferro Ferro es coronel retirado. Lo denunciaron por abusos empleados del hotel. Su nombre figura en la causa por el secuestro de la nuera del poeta argentino.
Hinde Pomeraniec.
hpomeraniec@clarin.com
Su nombre es Eduardo Ferro aunque también se lo conoció como "Oscar", "Guillermo" o "El Toto". Es coronel retirado, tiene 58 años y sus datos figuran en varias causas judiciales. Ha sido acusado por crímenes y violaciones a los derechos humanos durante la dictadura uruguaya, entre ellos el secuestro y posterior desaparición de la joven María Claudia García Irureta, nuera del poeta argentino Juan Gelman.

Ferro está libre, amparado en la cuestionada Ley de Caducidad que rige en Uruguay. Suele vérselo paseando a su perro por Pinares, en La Mansa. Además, trabaja como gerente operativo de uno de los más lujosos hoteles de Punta del Este.
La información encendió la furia de los organismos de derechos humanos que le siguen los pasos a Ferro y a otros militares señalados como torturadores La divulgación la hizo la ONG Crysol, una asociación de ex presos políticos de ese país.

Las Dunas Hotel & Spa de Mar es un complejo de 20 mil metros cuadrados ubicado en Manatiales, una zona exclusiva del balneario uruguayo. Fue inaugurado en 1993, como el primer hotel cinco estrellas de Punta del Este y sus propietarios conforman una sociedad anónima de capitales locales.
En el sitio de internet del hotel, Ferro figura como "operative manager", un cargo que la gerencia administrativa del lugar le confirmó a Clarín ayer por teléfono.
El militar retirado acusado de secuestros, torturas y desapariciones y de haber integrado activamente la red de operaciones del Plan Cóndor (el sistema de coordinación represiva que funcionó en el Cono Sur en los '70) trabaja en ese hotel desde diciembre de 2004.
Comenzó como jefe de Vigilancia con un sueldo modesto, de 600 dólares, hasta que en julio de 2005 lo designaron responsable de que el personal de Las Dunas "cumpliera con los procedimientos", es decir, una suerte de gerente de personal. "Nunca tuvo trato con los pasajeros", confirmó un responsable del hotel a este diario.
"Imagine que es un tema delicado", se disculpó la misma fuente, quien accedió a conversar luego de pedir instrucciones al directorio. "Nosotros desconocíamos sus antecedentes, siempre tomamos al personal en base a sus estudios, capacidad y destreza", señaló, en una rotunda confirmación de que los "antecedentes" de Ferro existen.
Curiosamente la denuncia (el escrache, diríamos aquí) fue hecha por empleados del hotel, convertidos en nuevas víctimas de los abusos de Ferro. Varios denunciaron escuchas telefónicas, amenazas y vigilancias descontroladas.
El episodio más grave ocurrió luego de denunciar a uno de los empleados por robo cuando, sin recurrir a la Justicia, Ferro allanó la casa del hombre, lo tomó del cuello y lo amenazó.
En 2002 una investigación del periodista uruguayo Roger Rodríguez reveló que Ferro había participado del crimen de María Claudia García, embarazada de siete meses, secuestrada en Argentina y trasladada en avión a Montevideo. El policía Ricardo Conejo Medina y el capitán de ejército Ricardo Arab fueron los encargados de llevarla desde el lugar en donde había dado a luz a su hija a la llamada base Valparaíso, donde Ferro y el oficial Ernesto la recibieron, ya despojada de su bebé. Ferro es uno de los diez militares y policías uruguayos involucrados en este crimen sobre los cuales el juez argentino Norberto Oyarbide ha pedido datos al Uruguay con fines de extradición para juzgarlos aquí.
Juan Gelman logró enterrar los restos de su hijo Marcelo, también convertirse tardíamente en el abuelo de su recuperada nieta Macarena, pero sigue sin poder dar con los huesos enterrados de su nuera, como resultado de una trama macabra de ocultamientos y traiciones entre los militares y el gobierno del Frente Amplio.
Vía e-mail, Gelman se comunicó con Clarín. "A pesar de la voluntad decalrada del presidente Tabaré Vázquez —escribió el poeta-, Uruguay sigue siendo el paraíso de la impunidad. Las fuerzas armadas apañan a los delincuentes que permanecen o pasaron por sus filas, los jueces y fiscales, salvo honrosas excepciones, no manifiestan la menor voluntad de investigar los crímenes cometidos durante la dictadura cívico-militar y el Parlamento se propone "interpretar" la ley que ampara a los represores en vez de anularla lisa y llanamente. De esa manera, siempre habrá gerentes de hoteles prestigiosos con férreo prestigio de asesinos".
Si bien en el hotel aseguraron que "no se ha tomado ninguna resolución" sobre el destino de Ferro —un nombre que a partir de ahora podría sonar mal para cualquier turista con sensibilidad—, se hace difícil imaginar que el hombre que ingresó como cadete al Ejército en 1964 y en 1967 se " intruyó" en la oscura Escuela de las Américas en Panamá, pueda seguir en su cargo en Manantiales.














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