Frei Betto considera vergonzoso ocultar archivos de la Guerra de la Triple AlianzaB

La mascre de la Triple Alianza

Brasilia- El religioso Frei Betto criticó el ocultamiento de los archivos sobre la guerra contra el Paraguay (1864-1870), en la que Brasil perteró un "masacre" histórica, afirmó
"Tal vez el secreto impuesto pretende encubrir la vergonzosa actuación del Duque de Caxias, patrono del Ejército brasileño, que comandó nuestras tropas en la guerra”, afirmó Betto.

En esa contienda “Brasil se apropió del 40 por ciento del territorio de la nación vecina”, agregó Betto, que no tiene filiación partidaria, pero sus posiciones son próximas a las del oficialista Partido de los Trabajadores.
La prohibición de acceder a esos papeles secretos fue motivo de una polémica que involucró al gobierno la semana pasada.
Según el diario Estado de Sao Paulo hay diplomáticos y militares preocupados por las consecuencias que la apertura pueda tener en las relaciones con Paraguay.
En ese sentido, el diario mencionó que habría archivos documentando supuestos sobornos pagados por la dictadura brasileña (1964-1985) al régimen de Alfredo Stroessner para autorizar la construcción de la represa de Itaipú.

Dilma Rousseff, presidenta brasileña

. (AFP)

Diplomáticos brasileños, en contra de develar archivos sobre Paraguay
Miembros del Gobierno brasileño expresaron su preocupación ante la posibilidad de que sean publicados archivos secretos sobre la Guerra de la Triple Alianza, ejercicios militares en las fronteras y la compra del estado de Acre a Bolivia, se informó ayer.
Brasilia (ANSA) Diplomáticos brasileños dejaron trascender su rechazo a la divulgación de los archivos sobre la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870), debido a que esto puede afectar las relaciones bilaterales, publicó ayer Folha de São Paulo.

Por su parte, miembros del Gobierno comentaron que existe recelo sobre las consecuencias de la divulgación de supuestos “negocios” entre las dictaduras brasileña y paraguaya durante la construcción de la represa de Itaipú, iniciada en los años 70, reportó Estado de São Paulo.
Paralelamente, sectores del gobierno de la presidenta Dilma Rousseff recelan sobre la liberación de papeles explicativos de los ejercicios militares realizados actualmente en las fronteras, donde los uniformados son entrenados para combatir a un enemigo que puede ser alguno de los países limítrofes.
Estado también menciona la preocupación, especialmente entre miembros de las Fuerzas Armadas, ante la posibilidad de que ganen conocimiento público los acuerdos secretos firmados por la dictadura brasileña con otras de la región en el marco del Plan Cóndor, que permitió el secuestro y asesinato de opositores.
El debate sobre la apertura total o parcial de documentos secretos, y el plazo para que esto ocurra, fue el tema dominante de la agenda política brasileña esta semana.
Los ex presidentes y actuales senadores José Sarney y Fernando Collor de Mello respaldaron que haya cautela sobre ese particular, y recomendaron que algunos documentos permanezcan ocultos por tiempo indeterminado.
El tema generó una polémica en el seno de la alianza oficialista, dado que el Partido de los Trabajadores (PT, izquierda) está a favor de que los documentos, aun los más delicados, ganen notoriedad pública al cumplirse 50 años de su redacción.
Luego de varios días de controversias, la presidenta Rousseff se pronunció sobre el tema este viernes, cuando anunció que, tras haberse asesorado con los ministerios de Defensa y Exteriores, aceptó mantener en secreto papeles cuya divulgación puedan representar una “amenaza a la soberanía nacional, a la integridad territorial o constituir un grave riesgo a las relaciones internacionales”.
Otros de los capítulos considerados “sensibles” por diplomáticos y militares refiere a la compra del estado de Acre, que era parte del territorio boliviano.
Según se publicó en varios medios brasileños, el Barón de Rio Branco, ex canciller y considerado ‘padre’ de la diplomacia brasileña, habría consentido sobornar a funcionarios bolivianos para que cedan esa provincia.
Tema nuclear sería sensible con Argentina
Asimismo, fuentes del Gobierno brasileño consideran inconveniente abrir los archivos que contienen secretos nucleares, por entender que estos afectarían la relación con Argentina, país con el cual firmó un acuerdo de revisión recíproca de instalaciones atómicas.
Funcionarios de los ministerios de Exteriores y Defensa, que solicitaron anonimato, sostuvieron que en algunos archivos constatan el desarrollo de tecnología nuclear desconocidas por Argentina, país con el cual se firmó el Acuerdo sobre Control y Contabilidad de Materiales Nucleares (ABACC), patrocinado por la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA).
Es posible que algunos de los documentos estén referidos al tema de la tecnología aplicada en la construcción de ultracentrifugadoras, que no son conocidas ni siquiera de forma completa por la AIEA, reportó ayer también Folha de São Paulo.
En 2004 el Gobierno brasileño prohibió a los inspectores de la AIEA que accedan a las ultracentrifugadoras instaladas en la planta de Rasende, interior de Río de Janeiro, alegando que esa tecnología es “sensible” y afecta a la “soberanía nacional”. El hecho suscitó polémica entre el gobierno del ex presidente Luiz Lula da Silva y la AIEA.
El tratado de confidencialidad de tecnología nuclear ABACC, rubricado por los entonces presidentes de Brasil, Fernando Collor de Mello, y Argentina, Carlos Menem, cerró años de desconfianza y carrera armamentista entre Brasilia y Buenos Aires, que se sumó a las tensiones en la década del 70 por la construcción de la represa de Itaipú.
El primer paso hacia la distensión había sido dado en 1985 por los ex mandatarios José Sarney y Raúl Alfonsín, y fue luego ampliado en 1988 por los mismos gobernantes, al constituirse un comité permanente bilateral para asuntos nucleares.
Sin embargo, en 2005, Sarney reconoció que tras firmar los acuerdos con Alfonsín para el fin de los ensayos atómicos, Brasil continuó efectuándolos en la región amazónica.
19 de Junio de 2011
Fuente:abc