martes, 16 de agosto de 2011

Argentina: Quince años después de una década

El Tribunal de Casación elevó a 15 años de cárcel la condena del ex cabo de la Bonaerense Rubén Champonois, quien, el 21 de septiembre de 2000, causó la muerte de Mariano Witis y Darío Riquelme al balearlos por la espalda. Witis, de 23 años, era llevado como rehén por Riquelme, de 16, quien escapaba tras haber robado un banco. El CELS consideró que el caso “es emblemático de los resultados del abuso de la fuerza por instituciones de seguridad”.

Luego de asaltar la sucursal Beccar del banco Itaú, Riquelme y otro joven tomaron como rehenes a Witis y a la joven Julieta Shapiro y huyeron en el auto de ella. Fueron perseguidos por el Comando de Patrullas de San Fernando, cuyos efectivos acorralaron al auto. Riquelme y Witis, que se hallaban en el asiento trasero, fueron baleados por la espalda por el entonces Champonois. La información policial aseguró que habían dado muerte a dos asaltantes.
El juicio oral se efectuó en agosto de 2003: el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 3 de San Isidro condenó a Champonois a ocho años y medio de prisión por el asesinato de Witis, y, en cuanto a la muerte de Riquelme, juzgó que había actuado en legítima defensa.
Apelada la sentencia, en marzo de 2005 la Sala I de Casación desestimó el argumento de la legítima defensa, dictaminó que Champonois era culpable también por el homicidio de Riquelme y reenvió la causa a un tribunal para que fijase la pena por ambos crímenes. En diciembre de 2007, el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 4 condenó a Champonois a 12 años y nueve meses. Nuevamente apelada la sentencia, Casación incrementó el monto de la pena; consideró agravantes la indefensión de ambas víctimas y la edad de Riquelme.
Un comunicado del CELS –que patrocinó a la familia de Riquelme– sostiene que “este caso se constituyó como un hecho emblemático de los resultados que produce el uso abusivo de la fuerza letal por parte de los funcionarios de instituciones de seguridad. La violencia policial fue injusta para las víctimas. Que una de ellas estuviera huyendo de un robo no puede justificar su ejecución”.
El CELS destaca “la perseverancia de los familiares de las víctimas –Raquel y Jorge Witis, padres de Mariano, y Ana María Liotto, madre de Darío–, quienes lucharon a pesar de las resistencias judiciales que demoraron el proceso por más de una década”.
Página12

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