miércoles, 10 de agosto de 2011

Desempleo y recortes sociales, una mezcla explosiva en los barrios pobres de Londres

A comienzos de este año, el diputado por el distrito londinense de Tottenham , David Lammy, hacia un llamamiento para que se prestase atención a su depauperada circunscripción después de los datos oficiales mostrasen que tenían la tasa de desempleo más alta de Londres y se encontraba entre las diez más elevadas de Reino Unido.

El pasado fin de semana finalmente lo consiguió -aunque no de la forma en la que lo habría deseado- después de que la muerte de un joven negro de 29 años a manos de la Policía desencadenase los disturbios más violentos en la capital en años.
Los políticos, incluido Lammy, rápidamente han culpado a pequeños grupos violentos de los disturbios y los saqueos del sábado por la noche así como los brotes de violencia que por emulación se produjeron el domingo en otros lugares de Londres.
Sin embargo, tanto lo habitantes de esos barrios como los analistas han advertido de que los altos niveles de desempleo juvenil y de larga duración así como los recortes en servicios como los centros de jóvenes en lugares como Haringey -el distrito municipal en el que se asienta Tottenham -estaba creando un polvorín para la revuelta.
“Haringey es uno de los lugares más pobres de Reino Unido, justo en el corazón de la zona de mayor actividad de Londres”, asegura el profesor Mike Hardy, director ejecutivo del Instituto de Cohesión Comunitaria, que investiga sobre políticas para integrar comunidades.
“No se trata de raza, de fe o de clase pura y llanamente sino de tener o no tener.
Se trata de aquellos que han sido excluidos”, añade.
Aproximandamente 6.000 habitantes de Tottenham, el 8% de su población adulta, piden una ayuda al desempleo, aproximadamente el doble de la media de Reino Unido. Una quinta parte de ellos tienen menos de 24 años.
Instrumentos de cohesión
Según Hardy, el alto desempleo, unido con recortes en “instrumentos de cohesión” como grupos comunitarios y deportivos, crea climas en los que la gente se siente como ‘outsiders’ en su propia sociedad.
“La gente aprende a vivir fuera de las normas, donde no tienen que aceptar las estructuras que tenemos”, recalca.
Muchas de las comunidades más pobres de Reino Unido han trabajado duro para formar redes de apoyo dentro de ellas, y con estructuras formales como la Policía después de los disturbios de los 80, incluyendo uno en Tottenham en 1985, cuando un agente de Policía fue asesinado durante los disturbios desatados por la muerte de una mujer cuya casa fue registrada por los agentes.
Igualmente, en las protestas del sábado, que Lammy ha denunciado que fue “pirateada” por los criminales que prendieron fuego a los edificios, saquearon tiendas y atacaron a policías, se desencandenaron por la muerte de un hombre negro de 29 años a manos de la Policía la pasada semana.
Algunos han culpado a la Policía por haber actuado demasiado lentamente y sin escuchar a los líderes comunitarios que alertaron de la violencia potencial que se podía desatar, aunque los dirigentes locales y los grupos comunitarios consideran que la falta de confianza en la Policía no ha sido clave en los hechos.
“Las relaciones entre la fuerza policial local y la comunidad han mejorado muchísimo desde los disturbios de Broadwater Farm hace 26 años”, escribía Lammy en una columna en un periódico local, donde defiende que el mayor problema sigue siendo la falta de empleos.
“Esto es inaceptable.
No deberían haber empezado a saquear”, asegura Erika López, una estudiante universitaria de 19 años y voluntaria en una asociación juvenil del distrito de Haringey.
La imagen que López dibuja de la zona es de servicios que se recortan más y más, con actividades verianegas para los jóvenes como cocina, música o deporte rebajadas drásticamente.
“Especialmente durante el verano no tenemos nada que hacer…Parece como si se hubiesen llevado las cosas que importan”, asegura.
Recortes drásticos
Reino Unido se ha embarcado en unos recortes sin precedentes para reducir su alto déficit público, que han obligado a los ayuntamientos a recortar una serie de servicios públicos, desde el cuidado de mayores hasta bibliotecas.
El presupuesto del centro juvenil de Haringey se ha recortado un 75% este año como parte del recorte en 84 millones de libras del presupuesto planificado para el consejo municipal para los próximos tres años.
Además del desempleo juvenil, otra gran preocupación es el paro de larga duración, que también se ha incrementado violentamente en Reino Unido y que ha sido calificado por un destacado think-tank como “preocupamente alto”.
“Alguien necesita que le ayuden, no se le está ayudando y entonces se pregunta por qué las cosas suceden así”, resume la situación Jason, de 26 años, que dejó la escuela con 16 y está desempleado desde entonces.
“La mayoría de mis amigos están en la mista situación que yo.
Eso no es bueno porque no hay otra cosa que hacer que merodear”, señala.
“Cuando merodeamos en grupos, somos una banda.
Cuando somos dispersados, hacemos algo sospechoso, o que parece sospechoso, por lo que no hay forma de ganar.
Es una situación en la que siempre se pierde”, concluye.
Reuters

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