jueves, 1 de septiembre de 2011

Argentina: Un debate impostergable - Ley de Tierras

Por Patricio Echegaray Secretario General del Partido Comunista.
Los capitales extranjeros buscarán aumentar la apropiación de las mejores tierras del patrimonio argentino para, mediante la agricultura intensiva y la extracción de recursos naturales, producir ganancias y refugiarse de la crisis financiera.

El debate sobre una nueva ley que legisle la tenencia de tierras en la Argentina resulta impostergable. En nuestro país existen 22 millones de hectáreas extranjerizadas, la mayor parte de ellas en manos de la gran burguesía monopólica norteamericana y europea. Benetton, Tompkins y Turner son algunos de los apellidos emblemáticos ligados a un proceso alarmante de extranjerización de nuestras tierras, que aprovecha las políticas antinacionales de las dictaduras y del menemato durante los años ’90.

Esto resulta evidente cuando se analizan las zonas más codiciadas por estos inversores, las tierras de frontera, que a la vez son un tema de seguridad vinculado con la integridad territorial y que son las ubicadas en una franja de 150 kilómetros (abarcando la cordillera) y de 50 kilómetros desde las costas, que albergan la mayor concentración de recursos naturales estratégicos, tierras cultivables, minerales y agua dulce.
Según información aportada por los compañeros del Movimiento Campesino de Liberación (MCLmovimientocampesinoliberacion.blogspot.com>), dentro de estas zonas o en sus áreas de influencia se encuentran los siguientes inversores extranjeros:
– 63 explotaciones mineras en manos de multinacionales, que representan el 91% del total. Sólo seis pertenecen a argentinos.
– El heredero del emporio de los snacks Lays y de la gaseosa Pepsi, Ward Lay, compró por 4,5 millones de dólares unas 80 mil hectáreas a los hermanos Benetton en Neuquén. Allí funciona la estancia Alicurá, donde el magnate de Texas lleva adelante un proyecto turístico con alojamiento 5 estrellas, coto de caza y lodges de pesca. La habitación ronda los U$$ 1200 la noche e incluye un guía especializado por cada cazador.
– Los italianos Carlo y Luciano Benetton poseen un millón de hectáreas productivas en la Patagonia, siendo uno de los principales terratenientes del país.
– El estadounidense Douglas Tompkins es el mayor propietario privado de recursos naturales vinculados con el agua, en la Patagonia y en los Esteros del Iberá de Corrientes, bajo los cuales está la mayor reserva de agua dulce del mundo, el Acuífero Guaraní. Controla propiedades de la naciente y de la desembocadura del río Santa Cruz, el más caudaloso de la Patagonia, desde la cordillera al Atlántico.
– La empresa chilena Arauco, asociada con capitales argentinos, compró casi el 6% del territorio de Misiones.
– El inglés Charles Lewis es dueño de la mayor parte de El Bolsón y el Lago Escondido, en la frontera con Chile.
– El grupo estadounidense AIG posee en Salta, junto a la finca Jasimaná, 1,5 millón de hectáreas, casi el 7% de la superficie de la provincia.
– El magnate Ted Turner compró 55 mil hectáreas en Neuquén y Tierra del Fuego.
– La firma Nieves de Mendoza SA, en la Cordillera, del consorcio anglo-malayo Walbrook, en Malargüe, se registró en 1999 para impulsar deportes de invierno, la agricultura y el ganado caprino. En esa sociedad participa el malayo Pakiri Arumugam, cabeza visible del grupo. Este consorcio se creó cuando adquirió 150 mil hectáreas del llamado Campo El Álamo a la familia Fraga, estancieros y abogados de Buenos Aires.
– En Catamarca, Fiambalá, con 700 mil hectáreas, opera el grupo GCN Combustibles. El principal accionista sería el Grupo Nikkon.
– La firma italiana Nettis Impianti, dueña de empresas mineras, petroleras y gasíferas, compró en La Rioja 418 mil hectáreas en la localidad de Jagué.
La intención es utilizarlas para la actividad de turismo aventura.
– La familia Bush posee 30 mil hectáreas en la provincia de Córdoba.
Sobre la evolución de la extranjerización de tierras en el país, el MCL consigna que “hasta mayo de 2004, unas 31,4 millones de hectáreas correspondientes a las mejores tierras cultivables del país estaban en venta o en proceso de ser vendidas a inversores extranjeros. De esos 31,4 millones, 17 millones de hectáreas (53,8%) fueron vendidas a conglomerados extranjeros, mientras que unos 14,5 millones (46,2%) estaban hipotecadas en la banca pública. Actualmente se estima que hay 22 millones de hectáreas en manos de capitales extranjeros (20% del territorio), superficie equivalente a todo el territorio de Italia o 69 veces la Capital Federal.”
Esta realidad marca la importancia de la iniciativa de regular la tenencia de tierra presentada por la presidenta Cristina Fernández, tanto en el discurso inaugural de las sesiones ordinarias del Congreso Nacional como el día después de las elecciones primarias.
Se trata de un avance importante, ya que en sus fundamentos la ley define a la tierra como “un recurso estratégico natural escaso y no renovable”, cuya titularidad corresponde al pueblo argentino en el marco de la soberanía nacional y de la autodeterminación de los pueblos.
Partiendo de esta concepción, será importante debatir en profundidad el proyecto de ley contra la extranjerización de la tierra con el objetivo de impulsar el desarrollo de proyectos productivos de inclusión social de los sectores agrarios postergados.
Los capitales extranjeros, como una forma de enfrentar la profunda crisis capitalista que atraviesa el mundo, buscarán aumentar la apropiación de las mejores tierras del patrimonio argentino para, mediante la agricultura intensiva y la extracción de recursos naturales, producir ganancias y refugiarse de la crisis financiera.
Para esto cuentan con la complicidad de los sectores políticos que buscan frenar cualquier iniciativa que apunte a limitar estas prebendas, como queda claro en la negativa de los diputados Graciela Camaño (PJ Federal) y Juan Casañas (UCR) de convocar al plenario de sus comisiones para debatir el tema.
El proyecto presentado abre la posibilidad de instalar un debate que aspiramos se profundice, orientado hacia la imprescindible discusión sobre el uso y tenencia de la tierra para garantizar el uso de los recursos naturales con independencia y soberanía.
Habrá que incorporar al debate otras leyes imprescindibles, como la ley contra los desalojos rurales, contra las fumigaciones, promover la creación de organismos de control e intervención estatal, como fueron en su momento la Junta Nacional de Granos y la Junta Nacional de Carnes.
Todas estas medidas tienen que estar orientadas hacia el cambio del modelo productivo hegemónico de agronegocios, mediante una ley de desarrollo agrario nacional, para lo cual mantenemos la firme convicción de la necesidad de llevar adelante una profunda reforma agraria
Fuente: Tiempo argentino

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