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El 2011 ha sido declarado por las Naciones Unidas como Año Internacional de los Bosques. Al mismo tiempo, comunidades que residen en o cerca de los bosques, han declarado este 21 de setiembre como Día Internacional de Lucha contra los monocultivos de Árboles. En el Uruguay se viene cumpliendo un encuentro internacional que tiende a conocer y a unirse a la lucha contra el monocultivo de eucalipto. Se trata del Movimiento Mundial por los bosques tropicales.
Uruguay
Elizabeth Díaz, es integrante del grupo Guayubirá y explicó que en el marco de una reunión internacional llegaron a Uru- guay y hasta el paraje Cerro Alegre en el departamento de Soriano, representantes de distintas organizaciones de los cuatro continentes, Europa, Asia, América y África. Lo que se busca es intercambiar experiencias de trabajo, a veces directo y en otras a través de comunidades locales, sobre los temas: monocultivos de árboles a gran escala y distintas causas de deforestación de bosques en el mundo.
Durante la reunión en Montevideo se tomó la decisión de hacer una salida de campo, para ver, desde el lugar, cuál es la experiencia y qué está pasando en el país con estos puntos. En ese intercambio se reunieron con los productores de Cerro Alegre porque desde hace 10 años, en esta zona está faltando el agua, a partir de la llegada y expansión de los monocultivos de eucalipto. En su momento recordó, fue la empresa española Eufores, ahora con el tiempo esos capitales fueron vendidos y son propiedad tanto de Stora Enso como Forestal Oriental. Igual que hace 10 años, cuando se realizó la primera visita, la gente sigue sin agua y en el presente no sólo son 14 familias sino que suman alrededor de 100 las que carecen del vital elemento, afirmó. Hasta ese punto del departamento llegaron representantes de Filipinas, Liberia, Sudáfrica, Ghana, Camerún, Alemania, Holanda, Finlandia, Brasil, Chile, Argentina, España y Tailandia. Lo que se intentó ver, fue el modelo forestal que se está promoviendo.
Se trata de un modelo forestal que implica la gran escala, la plantación de un solo cultivo y con una lógica meramente empresarial, Es decir que son grandes transnacionales que llegan, se apropian de los territorios, sacan la materia prima para la exportación y no queda nada. Ante esta realidad, las familias del campo, lejos de solucionar el tema del desplazamiento hacia las ciudades se enfrentan a problemas más graves.
Brasil
La región de Brasil y quizá del mundo, donde el monocultivo de eucalipto y la producción de celulosa se expanden de forma más rápida se encuentra en el estado de Mato Grosso do Sul, específicamente en la micro-región de Três Lagoas
Así lo hizo saber el coordinador del Movimiento Mundial por los bosques tropicales, Winnie Overbeek, holandés que reside en Brasil.
Entre otros conceptos, manifestó que en años recientes, el monocultivo de árboles comenzó una nueva expansión, en esta ocasión para producir celulosa. Entre 2005 y 2009, la superficie de plantación en la micro-región de Três Lagoas se duplicó de 152 mil a 308 mil hectáreas, casi todo de eucaliptos. Se prevé la expansión de esta superficie a 1 millón de hectáreas en 2020.
Esta expansión, denunció, está asociada a una serie de cambios significativos en las áreas rural y urbana. La producción lechera de las pequeñas fincas en la localidad de Três Lagoas se redujo de 11 millones a 5 millones de litros de leche/ año entre 1995/96 y 2006. La producción de alimentos también disminuyó y, por ejemplo, la de porotos ya es casi inexistente, en una zona dominada por grandes propiedades. Hoy, la pequeña propiedad ocupa 30 mil hectáreas en una micro-región de un total de 4 millones de hectáreas. Con el aumento descontrolado del valor de las tierras, dijo, los grandes propietarios pueden sacar más provecho del nuevo boom, vendiendo o arrendando sus tierras, y así se profundiza la enorme concentración agraria y se bloquea el proceso de reforma agraria. Los 10 asentamientos de la reforma agraria en la zona, con 1.147 familias, están siendo acorralados por el eucalipto. En el área urbana, con el gran flujo de trabajadores que llegan para la construcción de la fábrica, hubo problemas de hacinamiento en los alojamientos. Otro tema que se suma, significó, y que causa gran preocupación a los agricultores que viven en las proximidades de las plantaciones es la aplicación de agrotóxicos. Otra preocupación es el vaciamiento del campo con la venta y el arrendamiento de las fincas, lo que enriqueció a los grandes propietarios pero desalojó a los habitantes y trabajadores de las fincas. Otras familias se ven obligadas a buscar trabajo y alojamiento en la ciudad, donde el costo de vida ha aumentado significativamente debido a la especulación inmobiliaria.
Sudáfrica
Este país tiene un ecosistema muy similar al uruguayo y los problemas y daños sufridos se multiplican en virtud de las plantaciones masivas para las fábricas de celulosa. En la provincia donde vive Phillipe Owens, hay 600.000 hectáreas plantadas de eucalipto.
Dijo estar muy preocupado por el impacto negativo, primeramente por la falta de agua, en segundo lugar por el resultado en la biodiversidad y porque estos factores influyen negativamente en la parte social. La faltante del agua es lo peor que puede pasar y en este sentido, dijo que se ha podido medir que las raíces de estos árboles pueden perforar más de 50 metros y llegar a conseguir agua y toman hasta 50 litros de agua por día. Si se considera que cada árbol tiene un promedio de uso de agua de 25 litros, se está hablando que las plantas que producen la pasta de celulosa, se llevan 2 millones de litros de agua y es una cifra que impresiona si se tiene en cuenta que ese elemento es vital para la supervivencia. Las empresas son tan poderosas, dijo, que el gobierno se calla la boca y las deja actuar.
Como dato específico, la representante de Camerún, mostró su asombro ante la plantación observada en la zona de Cerro Alegre pues señaló que en su país, se plantan eucalipto con el fin de secar bañados para luego utilizar la tierra.
Soriano (Uruguay)
Lockhart por su parte señaló que en el año 1974 tomó posesión del predio que hoy ocupa, de 70 hectáreas. En ese tiempo la planificación se hizo para llevar adelante un emprendimiento de tambo y quesería, lo que se concretó y sigue vigente. En ese año, el paisaje era totalmente diferente porque en la calle de enfrente había 8 parcelas iguales a las de él y en el campo donde hoy existe una enorme plantación de eucalipto había un establecimiento que producía mucho trigo, criaba e invernaba ganado y además tenía ovejas. En los alrededores de Mercedes había 8 mil hectáreas de campo, más subdivididos, de extensiones menores, donde se explotaba la huerta y existían plantaciones de árboles frutales. Recordó que en el conocido paraje Corvo los fines de semana se convertía en un centro social, había un club de fútbol, Libertad, se hacían carreras de caballos y se congregaban entre 300 y 400 personas. “Hoy para hacer un cuadro de fútbol ni en 10 kms en la redonda se encuentra a alguien”. Pasó el tiempo y en los años ‘90 aparecieron los primeros emprendimientos forestales. En los ‘93/94 empezaron los primeros síntomas de falta de agua en los pozos. Los pozos de la zona abastecían de agua, desde la napa superficial y semiprofunda y poco a poco fue desapareciendo. El otro fenómeno grave que vino junto a la forestación, dijo, fue la despoblación del campo. Los vecinos pretendieron unirse para resistirse a esta situación considerada injusta por los productores. Se llevaron a cabo muchas gestiones, tratando de sensibilizar a la clase política y a la gente en general pero nada se ha logrado.
“El propio Presidente Mujica estuvo sentado a la sombra de estos paraísos, interiorizándose de la situación y con profunda desazón escuchamos que está promoviendo otra planta de celulosa, lo que implica 150 mil hectáreas más de eucaliptos. Cuando estábamos luchando por el avance de la forestación, muchos integrantes del Frente Amplio nos acompañaban pero hoy, que son gobierno, no siguieron en la resistencia de este modelo”.
La conclusión que se extrae, dijo Lockhart es que las multinacionales se “meten” en todos los países, extraen el agua, corren la gente, y quienes se resisten a ellas deben seguir soportando riesgos de incendios, plagas y todos los perjuicios que acarrea el monocultivo. Reconoció que la soja es otro tema a tratar pero que en esta ocasión se trató del monocultivo de eucalipto. Insistió en que seguirá luchan- do hasta encontrar una respuesta no sólo él sino todas las organizaciones que ven cómo en sus países estas plantaciones vienen causando gran daño, enriqueciendo a algunos y dejando un futuro incierto para la mayoría de las poblaciones.
Diario Crónicas
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