sábado, 12 de noviembre de 2011

El nacimiento de una nueva izquierda anticapitalista en Europa y Estados Unidos

En esta nota, publicada hace apenas unos días en Le Monde Diplomatique y reproducida en Rebelión el 9 de Noviembre del 2011 Serge Halimi se pregunta dónde está la izquierda en la crisis actual. Su diagnóstico es tan pesimista como realista: esa izquierda institucional, en Europa o Estados Unidos, compite con el record de la Thatcher para ver quien aplica más a fondo y aceleradamente la pócima neoliberal.
Obviamente que no se puede esperar absolutamente nada de los partidos socialistas y comunistas europeos, reconvertidos en baluartes del neoliberalismo. Lo mismo cabe decir de las más que ilusorias expectativas creadas cíclicamente cada vez que un Demócrata llega a la Casa Blanca, sólo para traicionar todas sus promesas y defraudar todas las esperanzas. Lo ocurrido con Barack "Uncle Tom" Obama es la enésima ratificación de esa vieja costumbre.
Pero como bien lo apunta Halimi al final de su artículo, existe otra izquierda, que no se expresa ni en los partidos vendidos al sistema ni en los sindicatos burocratizados al servicio del ajuste. Está en gestación, recién acaba de aparecer, pero encierra una enorme potencialidad que si llegara a madurar cambiaría definitivamente la escena capitalista actual. Esa otra izquierda es como un recién nacido, que no debe ser tratado con el rigor que requiere un adulto. Es necesario tener paciencia y dialogar con esos miles y miles que ocupan las plazas y las calles de las principales ciudades del capitalismo metropolitano.
Lentamente y por los más extraños caminos, se están aproximando al pensamiento marxista: la vida práctica les ha enseñado lo que Marx y Engels escribieran en el Manifiesto cuando decían que el "estado es el comité que administra los asuntos comunes de la clase burguesa", y que toda democracia es siempre, como lo recordaban los clásicos del marxismo, "¿democracia para qué clase?".
 Lo que no pudieron leer en los libros, por el ocultamiento y la persecución sufrida por el pensamiento marxista durante las últimas décadas, lo están aprendiendo a los golpes durante la crisis. Lenin decía esto mismo a propósito de la crisis general estallada en Rusia en Febrero de 1917: al calor de esa crisis los obreros, campesinos y soldados aprendieron en semanas lo que de otro modo habrían demorado años en aprender.  
Estos miles de rebeldes hicieron notables avances en el terreno de la conciencia, cayendo en la cuenta de que la crisis es sistémica y que no ofrece salida alguna para los trabajadores y para las grandes mayorías nacionales.
Que no hay esperanzas para ellos. Eso es algo nuevo, y muy importante.
Y están comenzando a organizarse, dejando de lado las formas anquilosadas del pasado y creando algo nuevo. Para nosotros, en América Latina y el Caribe, la emergencia de esta masiva protesta popular es una excelente noticia. Durante años la resistencia al capitalismo sólo se daba en nuestra región. Ahora tenemos aliados importantes que protagonizan grandes luchas en el mundo desarrollado, que luchan con gran valentía, que sufren la represión de las "democracias" capitalistas cuyas máscaras cayeron dejando al desnudo su carácter de dominación clasista. Será importante de ahora en más internacionalizar las luchas.
La burguesía imperial mueve sus fichas y diseña sus estrategias en un tablero político mundial; por eso no se puede enfrentar sus políticas tan sólo desde los espacios nacionales.
Esta es la gran asignatura pendiente del Foro Social Mundial, que bajo la influencia de sectores socialdemócratas y "oenegeístas" siempre se negó a avanzar en la coordinación de las luchas en el plano internacional. Ha llegado la hora de revertir tan absurda posición: si el enemigo es el capital, y si el capital se ha transnacionalizado, sólo será efectiva la resistencia anticapitalista que se plantee en el plano internacional. La lucha contra Monsanto o Nestlé, para citar un par de ejemplos, no se puede librar aisladamente, desde Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay, Nigeria, Bangla Desh o la India.
Hace tiempo que Vía Campesina y el MST brasileño vienen impulsando la internacionalización de las luchas. Hasta ahora sus propuestas no tuvieron mayor eco, pero el nuevo clima sociopolítico que caracteriza al capitalismo global en esta su mayor crisis dela historia permite abrigar renovadas esperanzas de que nuevas y más eficaces estrategias y tácticas de lucha popular podrán ser adoptadas en los próximos meses.

A continuación, la nota de Serge Halimi.
-¿Dónde está la izquierda en esta tormenta económica?

Serge Halimi
Le Monde diplomatique
Rebelión, 9 de Noviembre 2011
http://www.atilioboron.com.ar/2011/11/el-nacimiento-de-una-nueva-izquierda.html

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