domingo, 22 de enero de 2012

LOS DERECHOS HUMANOS Y LA SOBERANÍA - Luis Britto García

1. Tardíamente llegamos en Venezuela a la investigación de las masivas violaciones de Derechos Humanos cometidas por la represión entre 1958 y 1998. En Argentina la Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas, presidida por Ernesto Sábato,  verificó 8.960 víctimas fatales de las dictaduras. En Chile la Comisión  Nacional de Verdad y Reconciliación, contabilizó en su Informe Rettig que 2.279 personas fueron asesinadas por causas políticas entre 1973 y 1990. En Venezuela ha sido imposible hacer un conteo similar de nuestras bajas, que podrían llegar a  diez mil. El artículo 143 de la Constitución Bolivariana garantiza a los ciudadanos el “acceso a los archivos y registros administrativos, sin perjuicio de los límites aceptables dentro de una sociedad democrática en materias relativas a seguridad interior y exterior, a investigación criminal y a la intimidad de la vida privada”.

Pero  los expedientes de  cuerpos represivos y tribunales permanecen sellados, hasta para  víctimas o  deudos. Sobre esas décadas de resistencia popular  perduran innumerables testimonios aislados. No existe una obra general y pormenorizada sobre el tema, salvo la monumental La lucha Social y aramada en Venezuela 1958´1998, de Elia Oliveros, cuya edición se retrasa inexplicablemente. La reciente promulgación de la Ley contra el Olvido es un paso gigantesco para el triunfo de la memoria histórica y de la justicia. Pues urge que Venezuela recupere la soberana potestad de investigar y juzgar violaciones contra los Derechos Humanos y crímenes de lesa humanidad, antes de que las potencias imperiales la confisquen para usarla contra nosotros.
2.- Así como los árbitros foráneos del CIADI intentan decidir sobre nuestros contratos de interés público, cortes de magistrados extranjeros pretenden sentenciar sobre nuestros Derechos Humanos, con  resultados desastrosos ¿Qué hizo la Comisión Interamericana por los Derechos Humanos (CIDH) de Washington sobre Venezuela  durante las décadas sangrientas entre 1969 y 1998, cuando hubo campos de concentración y masacres como las de Cantaura, Yumare y el Caracazo?  Tramitó apenas 4  casos, uno de ellos incoado por el terrorista Posada Carriles ¿Y cuantos tramitó entre 1999 y 2011?  69 casos. En sólo una década, durante la cual Venezuela ha hecho los más grandes esfuerzos de su historia por salvaguardar los Derechos Humanos, la CIDH ha tramitado veintisiete veces más casos contra ella que en las tres décadas anteriores. Los números hablan. En este caso, gritan  su  prejuicio contra nuestro país.
3 La CIDH tramita casos para someterlos a la Corte Interamericana de Derechos Humanos. El prontuario de ésta no es mejor.
Entre 1981 y 1998 resolvió sólo 1  caso contra Venezuela, el de la masacre de El Amparo. Pero entre 1999 y 2011 sentenció 13 y tramita 11 más: en total 23 casos contra nuestro país en una sola década. Ni la CIDH ni la Corte adoptaron la menor medida ante el golpe del 11 de abril de 2002.
4 ¿Con qué criterios juzgan y condenan a Venezuela estos organismos extranjeros? En su Informe para el Examen Periódico Universal, la CIDH nos acusa en 233 párrafos.
En 205 trata sobre casos en los cuales no se han agotado los recursos internos, por lo que no se los puede llevar ante la jurisdicción externa.
En 225  no precisa hechos tales como nombres, fechas, lugares ni otros datos indispensables para que una acusación sea admitida.
En 182 casos, juzga sobre suposiciones de hechos futuros e inciertos, que “podrían” acontecer. En la casi totalidad, se funda en rumores o recortes de prensa, que ningún tribunal digno de tal nombre puede acoger como prueba. Hasta se digna vetar proyectos de leyes, cuya sanción depende única y exclusivamente de la soberana voluntad popular, y no de una oficina de Washington.
 Con estos criterios nos catalogan, junto a Colombia, Honduras y Haití, entre los países que presentarían “situaciones que afecten seria y gravemente el goce y disfrute de los derechos fundamentales”. En dicha categoría no colocan a México, Brasil ni a Estados Unidos.
5 ¿Pueden dañar  sentencias de organismos extranjeros a nuestro país? Como coartada para el golpe del 11 de abril, el dictador Carmona Estanga alegó que “que nunca como en estos últimos tres años los organismos interamericanos de protección de Derechos Humanos han recibido tantas denuncias fundadas de violación de los mismos”.  Una tal Liga Libia por los Derechos Humanos consignó ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas falsas acusaciones de bombardeos de Kadafi contra la población civil. Siguió  la instantánea orden de detención contra éste y el diluvio de bombas de la OTAN que asesinó 60.000 civiles. A instancias del terrorista Thor Halvorsen –uno de los que a principios de los noventa colocaron bombas para hacer bajar la Bolsa de Caracas- la Corte Interamericana acaba de contradecir  la decisión venezolana que inhabilita a un corrupto para participar en elecciones. Igual podría pretender inhabilitar a quien gane los comicios del 2012, o decidir quién los ganó. Cada vez que encarcelemos un delincuente, esas  Cortes lo liberarán. Adivinen ustedes cómo decidiría ese Juzgado una acusación de fraude electoral, o cómo sentenciaría el Tribunal Penal de La Haya la acusación contra el Presidente constitucional de Venezuela con la que amenaza la oposición. Quien sentencia puede anular los actos de los demás poderes o deponer a sus titulares. Un país cuyo Poder Judicial es ejercido por órganos foráneos no es soberano, vale decir, no es independiente.
6 ¿Cómo se atribuyen comisiones y cortes extranjeras el inconstitucional poder de juzgar a los venezolanos? A veces de manera imprudente nos ponemos en sus manos suscribiendo tratados y acuerdos que parecerían ceder nuestra soberana e irrenunciable potestad de ejercer el Poder Judicial. Una interpretación mal intencionada del artículo 23 de la Constitución aparentaría atribuir a dichos tratados, pactos y convenciones relativos a derechos humanos jerarquía constitucional y prevalencia en el orden interno. Pero mal puede revestir rango constitucional algo que, a diferencia de la propia Constitución, no ha sido sancionado por referendo popular. Por otra parte,  la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia en sentencia de 15 de julio de 2003  se ha pronunciado con claridad meridiana en el sentido de que decisiones de órganos jurisdiccionales extranjeros no son aplicables en Venezuela si violan la Constitución:  “Planteado así, ni los fallos, laudos, dictámenes u otros actos de igual entidad, podrán ejecutarse penal o civilmente en el país, si son violatorios de la Constitución, por lo que por esta vía (la sentencia) no podrían proyectarse en el país, normas contenidas en Tratados, Convenios o Pactos sobre Derechos Humanos que colidiesen con la Constitución o sus Principios rectores”.  Si los fallos de cortes extranjeras que violen nuestro ordenamiento no son aplicables, no tenemos que empezar por someternos a sus veredictos. Debemos denunciar los tratados que aparentemente nos sujetan a ellos, y cortar por lo sano retirándonos del sistema Interamericano de la OEA, que hasta el presente ha servido fundamentalmente para convalidar dictaduras de derecha y legitimar intervenciones imperiales. Venezuela es soberana, y punto.
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.NADA DE NEGOCIOS
Citado ante todos ustedes, resueltamente y de antemano niego toda culpa, lo que sucede es que no sé nada de negocios. Me encontraba yo pensando cómo hacer carrera y hete aquí que inopinadamente se me aparece Mister Godwin y me ofrece financiarme la campaña electoral para Presidente, yo pregunto, y si perdemos, y entonces me aclaran no importa, la campaña de los otros candidatos también la financia Mister Godwin. Elevado a esta alta magistratura por la voluntad del pueblo, el día de la investidura se me aparece Mister Godwin y me pregunta qué pienso hacer con enormes yacimientos de la República, y yo qué puedo contestarle, Mister Godwin, sino que yo, no sé nada de negocios. Me dice Mister Godwin, no importa, yo se los exploto, pero eso sí, claro, sería bueno que por las razones inherentes al Desarrollo usted me facilitara los necesarios créditos sin intereses dentro del Plan de Fomento de la Industria y otras cosas que usted montará de inmediato a pesar de que no sabe nada de negocios. Pero de dónde saco yo dinero para darle créditos, Mister Godwin, pregunto, y me contesta, no importa, yo se lo presto, pero a los intereses adecuados para un país en vías de desarrollo. Alegrísimamente le digo acepto acepto, oh, pero pone cara triste Mister Godwin, me dice que yo no entiendo, que no es tan fácil, que nada se puede si no se crea el clima favorable para las inversiones, es decir, exenciones de impuestos, es decir, cárceles, es decir, tanques, es decir, aviones, es decir, submarinos, es decir, delatores, es decir Generales con medallitas y esas cosasy yo le digo, pero todo eso le saldrá costoso, Mister Godwin, pero él de inmediato ya tiene la solución, y es que yo corra con todos los gastos, y cómo, le digo yo que no sé nada de negocios, y dice Mister Godwin, yo le vendo unos sobrantes de todas esas cosas, pero con qué reales se los compro, fácilmente, me dice, yo se los presto, pero con intereses adecuados.Naturalmente que tales favores merecen rebajas especiales en impuestos y exoneraciones en las tarifas de importación y entrada libre para todas las cosas que viene a vendernos Mister Godwin, y aun así, pobre Mister Godwin, al final de año nada hay que cobrarle por impuesto a sus empresas porque éstas le venden el material de los yacimientos por debajo del costo al mismo Mister Godwin, y así, para evitar la bancarrota, más rebajas, más exoneraciones, más créditos, más clima de confianza para las inversiones y para pagar todo eso subir los impuestos y vender a los extranjeros tierras montes lagos casas hombres niños cielos aguas peces ríos mares bosques rocas aires aves y se declaran el hambre y la peste y el pueblo protesta y hay tremolina y viene la revolución, y llevado ante el alto tribunal cómo puedo explicarles, cómo puedo convencerlos de que no ha sido cosa de mala intención, de que pasa, simplemente, que no sé nada de negocios.
.(Luis Britto García: RAJATABLA)
BRITTO AFIRMA QUE FALLOS DEL CIADI PUEDEN SER INAPLICABLES Asegura que el Ciadi no respeta que deba seguirse la jurisdicción local
-Britto García califica de "potestad soberana" salir del Ciadi EL UNIVERSAL sábado 21 de enero de 2012 12:00 AMPara el abogado, escritor e ideólogo Luis Britto García, "si algún dictamen del Ciadi es contrario a nuestra Constitución o el orden interno, resultaría inaplicable".

Britto García participó en el foro "Ventajas y riesgos de la salida de Venezuela del Ciadi", organizado por el Centro Internacional Miranda, y allí explicó que la salida del Centro Internacional para el Arreglo de Diferencias relativas a las Inversiones (Ciadi), significaría que "Venezuela dejaría de estar sometida (a este tribunal), que es una dependencia de un organismo bancario global (Banco Mundial). Es una potestad soberana entrar o salir del Ciadi, que ocurriría tras un aviso de 6 meses".
Sobre la legitimidad del Ciadi para arbitrar el caso de ExxonMobil y Venezuela, Britto García dijo que "el tribunal del Ciadi es un atentado contra la soberanía de nuestros países. En todos los países suramericanos hay artículos en las constituciones que establecen que las controversias sobre contratos de interés público se tienen que resolver de acuerdo con nuestras leyes y con nuestros tribunales".
Advierte que "hay un proceso global de privatización de la justicia, llevado adelante por las transnacionales. Contratos con cláusulas de adhesión a juntas arbitrales, desplazando la justicia ordinaria".
El abogado señala que la inclusión de Venezuela en el Ciadi fue una pérdida paulatina de soberanía pues "no pueden resolverse ante árbitros la propiedad de Venezuela sobre los recursos. Son cuestiones de orden público que deben ventilares en tribunales. El propio Ciadi indica en su estatuto que tiene un límite en los asuntos de orden público o interés público interno, por lo que no puede en lo absoluto pronunciarse sobre ello".
Y en ese sentido Britto García afirma que "el Tribunal de Apelaciones en Washington acaba de sacar una decisión conforme a la cual no se puede ir a esos organismos arbitrales sin que primero se haya agotado la jurisdicción interna".
Cuestiona que pese a ello "el Ciadi y otros árbitros no respetan que debe agotarse esa jurisdicción interna",
Sobre ese argumento, Britto García subraya que "no es admisible que Venezuela coloque la soberanía en manos de árbitros foráneos que no conocen nuestras leyes, y que no se regirán por nuestros procesos".
El intelectual de izquierda considera que "Venezuela debe denunciar los tratados bilaterales de promoción de inversiones, y renegociarlos. Y no tendremos problemas porque tenemos la llave de la energía del mundo".

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