jueves, 5 de enero de 2012

Uruguay: Milicada en conflicto

?Será posible que 'Occupy' Uruguay comience por el gremio policial?
Policías piqueteros?

En protesta por reforma policial, la Unión de Sindicatos corta la interbalneria y no descarta hacer ocupaciones
LaUnión de Sindicatos Policiales (USP) resolvió ayer en una asamblea realizar mañana un corte de ruta sobre el peaje Pando. "Vamos a dar información a los turistas sobre las reivindicaciones que estamos haciendo", informó el dirigente Jorge Molina.


Según explicó, los policías habían firmado un convenio con los ministerios de Trabajo e Interior (MI) y el PIT-CNT, en el que se establecía que cuando alguno de los funcionarios recibía sanciones pecuniarias no debía ir a trabajar, y ahora se los está obligando a asistir a trabajar igual. "No sólo les descuentan, sino que además deben ir a trabajar sin que reciban ninguna remuneración; ya no están suspendidos como cualquier trabajador", explicó Molina. "Se lo planteamos al director de Trabajo, Luis Romero, y él dijo que el MI debía respetar los convenios colectivos", agregó. Consultado al respecto, Romero dijo que "la Policía tiene un convenio firmado y deben respetarlo las partes", aunque no recordó los detalles de este caso. "Supongo que si los sindicatos consideran que tienen razón, utilizarán la evidencia del convenio", comentó.

También protestan que se había acordado formar un grupo multidisciplinario, que funcionaría en el entorno del Hospital Policial, para evaluar y estudiar la elevada tasa de suicidios de los funcionarios policiales en los departamentos de Canelones y Tacuarembó. "Ya hace un mes y medio de esto, se dijo que se iba a hacer un balance y no hemos tenido ninguna respuesta. Lo único que hace el MI es ningunearnos y tirarnos siempre para adelante", aseguró Molina.

Todos tenemos un plan

La reestructura policial incluye una división territorial de las comisarías en cuatro divisiones y una reorganización del área de investigaciones. A su vez, se prevé incorporar 700 efectivos policiales más al patrullaje, de los cuales 500 provendrán de vacantes y otros 200 se ocuparán mediante personal redistribuido. Además, se conformará el Centro de Comando Unificado para potenciar el sistema de comunicaciones de la policía. Según Romero, la reestructura de la Policía fue el detonante de las medidas de los sindicatos policiales: "La situación de los reclamos de estos sindicatos venía sin mucho ruido, pero ahora todo salta por la reestructura del Ministerio del Interior, lo que hace que se empiece a airear todos los demás temas que quedaron sin resolver".

Si bien las medidas comenzarán con el corte de la ruta, el dirigente sindical explicó que se implementará una escalada de medidas, y no descartó que en un futuro se "ocupen dependencias del ministerio, como comisarías", e incluso la propia sede de la cartera.
No me toquen lo que había

Otro de los puntos por los que protesta la USP es la reestructura que a partir de este año llevará adelante la Jefatura de Policía de Montevideo y que se iniciará formalmente este viernes, diviendo a la capital territorialmente en cuatro zonas. Molina se refirió a una nota publicada ayer por El País en la cual se consignaba que dos de los tres jueces penales que estuvieron de turno la semana pasada se vieron sobrecargados de tareas. En la misma línea, el sindicalista dijo que en la implementación de este nuevo régimen "al sindicato ni siquiera lo consultaron ni lo pusieron en conocimiento".

"Esto va a ser perjudicial para el sistema y va a desfavorecer a un montón de compañeros en diferentes situaciones", sostuvo Molina, que recordó una instancia similar, cuando "hubo un plan piloto para el que el ministro de aquel entonces, Guillermo Stirling, llegó a obtener dinero en el extranjero".
"Ese plan no tuvo andamiento, no entiendo por qué hoy se está tratando de hacer de nuevo", comentó. El plan de Stirling había sido aplicado durante el gobierno de Jorge Batlle a partir del año 2000 y dividía a la ciudad en siete distritos.

En tanto, el jefe de Policía de Montevideo, Diego Fernández, dijo que oficialmente no recibió ninguna comunicación de la USP, pero entendió que en caso de haber cuestionamientos hacia la reestructura "no es el jefe de Policía el que tiene que opinar". Sí defendió el plan, asegurando que "fue producto de un largo estudio estratégico, que se viene delineando y entrenando desde hace dos años". Respecto de las comparaciones con las políticas implementadas por Stirling, Fernández espetó: "No sé si la calificación profesional de las personas que evaluaron así esta reforma será la adecuada".

En tanto, el vocero de la Policía de Montevideo, José Rondán, defendió el plan alegando que es necesario modificar "estructuras de la actual Policía que están perimidas en una sociedad cambiante" e incluso reconoció: "Si llegamos a evaluar que el sistema no funciona y hay que dar marcha atrás, lo vamos a hacer".
Mientras que desde la policía de Montevideo se defendía el plan, fuentes del MI aseguraron que su cartera no va a permitir que se ocupen sus dependencias ni que se realicen cortes de rutas.

Santiago Sánchez
La Diaria
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-El conflicto policial abre el 2012


Se debería estar de acuerdo con que paros de la Policía,cortes de peajes,eventuales ocupaciones de locales incluyendo el propio Ministerio del Interior y planeadas huelgas de hambre,que están entre las medidas que han resuelto o planifican los sindicatos policiales,no son cuestiones que se vean todos los días, trastocan, por decirlo de alguna manera,las imágenes que todos tenemos en la memoria:
policías contra huelguistas,piquetes policiales contra peajes (hace bien poco en el puente en Fray Bentos contra la acción de COFE),cordones policiales contra eventuales ocupaciones (como lo fué, también hace poco, contra los docentes),desocupaciones por la fuerza de locales ocupados,etc.
Es decir, la imágen del milico dando palos, del milico contra los huelguistas,del milico contra los reclamos de los trabajadores.
En el conflicto sindical de los Policías tenemos de pronto la noticia de que el Ministro Bonomi (que todavía habla en los actos a nombre del MLN Tupamaros) promete mano dura policial, contra los polícias.Tenemos que se amenaza a los sindicatos policiales con el peso de la represión,y que para nada se les permitiran ocupaciones,peajes y medidas similares, hasta ahora "reservadas" para el resto de los trabajadores y que - como ha sido - deberán ser reprimidas por las fuerzas policiales.
No deja de ser una situación bien peculiar, aunque,las coordenadas del conflicto sean las mismas que para todos los otros, sean de COFE,bancarios,profesores o metalúrgicos.
En todos los casos, y como una constante, aparece la denuncia sindical de que el gobierno le "da largas", o "no negocia", o "dilata", o decide planes y reestructuraciones sin acordar con los sindicatos y con quienes trabajan en el sector afectado.
El gobierno los "versea" y después se hace el enojado cuando al final los trabajadores se han cansado y toman medidas.
En este caso es igual y deberá reconocerse que el gobierno Mujica es bien "igualitario": destrata a todos los sindicatos por igual,sean profesores,bancarios o policías.
Las consecuencias de este conflicto están bien cargadas.Se parte de un destrato gubernamental a sindicatos y funcionarios del estado,se reacciona con amenazas y mano dura ante las medidas sindicales y, de hecho, como ha sido la constante en todos los últimos tiempos, se "radicalizan" los conflictos.
La clave es que el gobierno está concentrado en mostrarse credíble para los inversores extranjeros y para el FMI y el Banco Mundial,y, naturalmente, mostrarse duro ante los reclamos sindicales frente a una oposición de derecha que clama por medidas contra lo que ellos llaman la "dictadura sindical".
Que "son los sindicatos los que gobiernan", han llegado a decir,que los sindicatos "toman de rehén" a la población.
El gobierno,para mostrar que esto no es así, implementa la "mano dura",la intransigencia en las negociaciones,el destrato y cuando cuadra,las amenazas también.
Cree que con esto calma a la derecha.El gobierno del progresismo ha tenido el atrevimiento de atribuírse el que las afiliaciones sindicales han crecido y nuevos sindicatos se han formado,gracias a la gestión gubernamental,ignorando lo que ha sido la sacrificada labor, por la base, de millares de activistas sindicales para crear o reforzar sus instrumentos naturales,los sindicatos.
El crecimiento de la afiliación sindical NO ES PRODUCTO de la gestión gubernamental sino una consecuencia del proceso de concientización que se ha venido dando en el país, una de cuyas consecuencias ha sido NO VOTAR por la derecha y darle mayoría al progresismo.
Una vez en el gobierno el progresismo ha pedido desmovilización y dejarlos hacer, desde arriba,y que la gente se calme, no reclame y menos aún "meta palos en la rueda" como denomina el Presidente Mujica a todo conflicto sindical o incluso a simples reclamos.
Se evidencia un distanciamiento cada vez mayor,ya de carácter estratégico, entre el movimiento popular,los sindicatos y los votantes del Frente Amplio, y el Gobierno.Cada vez más gente siente que ha sido usada para tener su voto y ganar las elecciones y después a quedarse quietos hasta la nueva farándula electoral a la que serán convocados.
El Gobierno pretende solucionar el choque de intereses de clase, desde arriba,en las oficinas,y AL RITMO QUE EL PROPIO GOBIERNO ESTIME CONVENIENTE. Un caso bien típico de verticalismo extremo que barre con toda la llamada prédica "populista" que no ha sido más que demagogia para llegar al gobierno y desde allí actuar como el gobierno "de todos", poniendo por igual a los propietarios,a los ricos,a la oligarquía y a la burguesía,a los intereses de las multinacionales,ponerlos -supuestamente- al mismo nivel que los intereses de los trabajadores y de los pobres.
En definitiva, la peregrina tesis de que a la lucha de clases se la puede administrar burocraticamente.Cuestión ya probadamente imposible EN TODO EL MUNDO, y Uruguay no es,no ha sido, ni será una excepción.Cuando no es una clase la que pasa a la ofensiva para defender sus intereses, es la otra.Y entonces el choque,el conflicto de clases se vuelve inevitable,y si la crisis se hace presente con más fuerza,no habrán maniobras desde arriba que puedan detener el choque.
Y si el progresismo no cumple con su papel de acuerdo a como lo exigen las clases que detentan el poder,se hará todo lo posible para desalojar al progresismo del gobierno,tal cual acaba de verse con el gobierno del PSOE de Zapatero.
El conflicto policial no se escapa a esos parámetros.Tiene sus peculiaridades a causa de los actores.Los policías son pobres, basta ver lo que son sus salarios y alcanza con saber en donde viven. Eso es cierto.
Y los reclamos de los pobres por mejorar sus condiciones de vida y sus salarios, son sagrados, y así deberían de serlo para los gobiernos que se autoproclaman de izquierda.Junto con eso tenemos que los actores - los policias - pueden ser los mismos que hace bien poco han reprimido huelgas,ocupaciones,cortes,o,han participado en los fascistizantes "megaoperativos" contra los barrios pobres.
La verdad es que no despierta demasiado entusiasmo el apoyar a los policias en conflicto habida cuenta de que una buena parte de su trabajo es - justamente- aplastar conflictos de otros trabajadores,empleando la fuerza.
El dilema para el gobierno, que ha pretendido desde el Ministerio del Interior mostrarse capaz, con sus "megaoperativos" y la política de mano dura,para así "sacarle argumenos a la derecha", haciendo lo que la derecha reclama, es que ahora se trata de un conflicto en una parte del aparato represivo.
Parece que seguirán con la misma política antisindical que han llevado adelante.
Queda por esperar entonces que el Presidente Mujica desde su audición radial acuse a los sindicatos policiales,no ya de "abrirle las puertas a Hitler" como fué en el caso de la huelga de los recolectores de basura, sino que ahora tendría - consecuencia mediante- que hablar de que los sindicatos policiales le estarían abriendo LOS PORTONES a Hitler, ya que la diferencia en las consecuencias de los conflictos es notoria.
Quedará por verse si se movilizan a los militares para cumplir funciones policiales tal como se hizo con la recolección de las basuras.No es probable que el Presidente cambie su tono ante los conflictos sindicales, queda por verse si los policías cambian su tono cuando ahora les toca a ellos.
Por el Colectivo del Blog Noticias Uruguayas,

El Muerto y Alberto Vidal

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